El cobre, un mineral clave para la transición energética
El cobre es el metal más antiguo y de mayor presencia en la historia de la civilización. Ha estado presente en la evolución tecnológica de la humanidad, por lo que se le conoce como el «metal de la civilización».
En la actualidad, el concentrado de cobre se vende y transporta por barco a fundiciones en Chile y distintas partes del mundo para ser refinado. Es utilizado por distintas industrias para producir semi-manufacturas para la producción de variados bienes de consumo final. Se emplea en el rubro de la construcción y en la fabricación de productos eléctricos y electrónicos, que representan más del 65% de la demanda mundial. Otros usos relevantes son para maquinaria industrial, transporte y productos de consumo.
Hoy el cobre desempeña un papel fundamental frente a los desafíos globales del cambio climático, especialmente en la transición energética hacia tecnologías de bajas emisiones. Debido a su alta conductividad, es un componente clave en la generación eléctrica renovable, y es empleado en una amplia gama de tecnologías y aplicaciones que fomentan el uso sostenible de fuentes de energía más limpias, como la electromovilidad. Con el crecimiento continuo de la demanda de tecnologías verdes, la importancia del cobre en la transición energética seguirá aumentando.