Nuestra política de sustentabilidad nos compromete a usar los recursos con eficiencia, disminuir la huella de carbono de las operaciones, proteger la biodiversidad del entorno, y cumplir todos los compromisos ambientales contraídos por la empresa. Estos objetivos son gestionados a través del Ciclo de Gestión de Riesgos por cada área operativa involucrada

Al seguimiento y control ambiental circunscrito a las variables físicas y de biodiversidad incluidas en los antiguos permisos ambientales, con la Resolución de Calificación Ambiental, RCA, obtenida el 21 de diciembre de 2021, y la aprobación del Programa de Cumplimiento (PdC) del 2022 aumentó el número de compromisos ambientales de Collahuasi y también se incorporó una nueva modalidad de trabajo colaborativo con las comunidades aledañas, mucho más directa y cercana: el monitoreo participativo. 

Lo anterior implica la participación de integrantes de las comunidades en los muestreos y mediciones de los componentes ambientales considerados relevantes para las áreas de interés. 

El proyecto C20+, aprobado ambientalmente en diciembre de 2021, contempla la construcción de una planta desaladora y un sistema de impulsión para abastecer nuestras operaciones, los que entrarán en operación en 2026. Esto hará posible reducir gradualmente el consumo de agua continental y permitirá aumentar las capacidades productivas de Collahuasi. 

Asimismo, tenemos como meta lograr un uso eficiente de este recurso estratégico en cada uno de los procesos, ya que el agua está presente a lo largo de toda la cadena de valor y también juega un rol fundamental en los proyectos de crecimiento.

Alrededor del 80% del agua requerida para la operación proviene de un ciclo de reutilización: todas las aguas residuales de los campamentos se tratan y recirculan, mientras que un alto porcentaje del agua utilizada para procesar el mineral se recupera en espesadores y en la laguna de clarificación de relaves. 

Con objeto de controlar los impactos relacionados con el consumo de agua desde fuentes naturales, se trabaja en: 

• Minimizar este consumo, asegurando la mayor eficiencia posible mediante cambios tecnológicos y transformación de procesos que ayuden a maximizar la recirculación del agua y disminuir las pérdidas.

• Dar cumplimiento al monitoreo participativo con las comunidades vecinas y al plan comprometido con las autoridades, con reportes directos a públicos externos. 
• Dar cumplimiento a todas las medidas de mitigación y compensación contempladas en las RCA para evitar o compensar los impactos. 

Conoce más sobre nuestra gestión hídrica en el reporte de sustentabilidad 2022

En Collahuasi integramos los principios de la economía circular al ciclo de mejora continua de nuestros procesos no sólo para optimizar la gestión medioambiental, sino porque también esto abre múltiples oportunidades para elevar la productividad de las operaciones e impulsar el desarrollo regional. La compañía cuenta con un Plan Estratégico de Economía Circular, basado en el Ciclo de Gestión de Riesgos, la política interna de sustentabilidad, la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (20.920) y la Ley de Eficiencia Energética (N° 21.305). Su coordinación está a cargo del Comité de Transformación de Procesos, instancia transversal en la que se discuten los enfoques tecnológicos que habilitan la circularidad en distintas áreas.

Una de las metas ESG que se propuso Collahuasi es recircular el 60% de sus residuos industriales al 2030. Esto significa darles una vida extendida ocupándolos como insumos de nuevos procesos. Las licitaciones y compras con criterios circulares han permitido avanzar en este objetivo. 

Collahuasi tiene una estrategia para alcanzar en 2040 un balance neto de cero emisiones de GEI en los alcances 1 (emisiones directas por combustible fósil) y 2 (indirectas por consumo eléctrico). 

Ya hemos dado grandes pasos en esta dirección: contamos con un suministro eléctrico 100% renovable desde abril de 2020, hemos impulsado dos proyectos de energía solar en la región e iniciado un plan de electromovilidad para transporte de personal. Las acciones que planificamos implementar en los próximos años apuntan a la adopción creciente de electromovilidad, el uso y almacenamiento de energías renovables no convencionales en las operaciones, la realización de estudios sobre combustibles con cero emisiones y la electrificación de equipos mineros. 

Además, a través del Ciclo de Gestión de Riesgos, ajustamos constantemente nuestras estrategias para optimizar el uso de energía y sus principales indicadores energéticos están siendo incorporados en los mapas del proceso.

En el corto y mediano plazo, la estrategia para reducir las emisiones directas considera la electrificación creciente de las operaciones de Collahuasi. Para ello se están desarrollando varios pilotos. 

En la actualidad, el 100% de la emisión de electricidad de Collahuasi proviene de fuentes renovables no convencionales, gracias a contratos de largo plazo cuya entrada en vigor se tradujo en una reducción promedio del 24% en la huella de carbono total*. Mantener esa matriz completamente renovable es uno de nuestros grandes desafíos para el mediano plazo ya que estamos en plena transición energética.

Estas emisiones, vinculadas a los proveedores, representan una parte significativa de nuestra huella de carbono por lo que también hemos iniciado medidas para abordarlas principalmente desde la incorporación de la economía circular en la compra de bienes y servicios. Es así como desde 2021 se pondera con el 4% la emisión de GEI en las evaluaciones técnicas de las licitaciones y compras. Para facilitarles a las empresas participantes el cálculo de sus emisiones y poder compararlas, el área de Contratos habilitó una calculadora de CO2 para proveedores, cuya segunda versión se implementó en 2022.

En Collahuasi adscribimos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, como el número 15, que apunta a proteger y restablecer los ecosistemas terrestres para frenar la pérdida de diversidad biológica. También estamos alineados con la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2016-2030, que tiene como meta impulsar la conservación de las especies que habitan nuestro territorio. Por eso, cada año nos esforzamos para cumplir la legislación ambiental y los compromisos que hemos asumido ante las autoridades en este ámbito, incluyendo el seguimiento de la biodiversidad. En 2022, la empresa monitoreó 15 especies protegidas, a través de conteos y censos periódicos en puntos de relevancia. Todos los programas de seguimiento se realizaron según lo planificado.

La compañía lleva más de dos décadas ejecutando un plan de manejo forestal que comprende la restauración de bofedales—humedales altoandinos— en el entorno del rajo Rosario y la plantación de dos especies nativas de alta relevancia ambiental: queñoas (Polylepis tarapacana), pequeños árboles que crecen en las alturas, y llaretas (Azorella compacta), arbustos que se caracterizan por una apariencia similar al musgo. Las acciones del plan son supervisadas por colaboradores especialistas con vasta experiencia en restauración de hábitats.

En 2022 se cumplieron tres años del programa de restauración y revitalización de bofedales que la compañía está implementando en aproximadamente 15,4 hectáreas de las quebradas San Daniel, San Nicolás y Huinquintipa. El objetivo del plan es aumentar la superficie y productividad de estos delicados ecosistemas mediante el aporte de materia orgánica y la redistribución del agua disponible.

Han transcurrido 22 años desde que se inició este programa pionero en su tipo, ya que la compañía es la primera en reproducir en invernaderos esta especie propia de la cordillera andina. Al cierre de 2022 se registraban 101,9 hectáreas plantadas en el volcán Irruputuncu, 38,4 ha en el área de Pabellón del Inca y 9,5 ha en el sector Ujina Poniente y Oriente. En total, se contabilizaron 18.287 individuos vivos.